Que lindo que es estar en la tierra
después de haber vivido el infierno.

Que lindo corazón que estás acá
y acá latiendo
y me desenredes los ojos,
y si por ahí el miedo me viene a buscar de nuevo
voy a recordar lo que cantamos una vez mirando el cielo.

El tiempo es un arma de doble filo, tengo 23 años y hace 2 semanas me sentía vacía, pero libre como siempre amé. Libre!, podía virar en cualquier segundo al cerro que mas me agradase a mirar simplemente como la ciudad fluye, podía caminar a las 5 am por la camanchaca copiapina, admirar el silencio y el descanso de los demás. La soledad, mis latidos, mis pasos.

Tengo 23 años y el 25 de Agosto tuve la certeza absoluta de que existe alguien diminuto en mí. Y temí, temí egoístamente por mi vida, por mis planes y mis sueños, por mí enteramente, y por esta autodecepción de traer a "este" mundo violento y marchito a un pequeño inocente.  Aún temo, aún no asumo, aún tengo pena y lloro casi a diario.. pero hoy lloré de felicidad, porque un señor Doctor de los que tanto odio me dijo que todo anda bien, que mi carita decía "tengo miedo" y esto será una historia que comenzó desde el dolor, e inundará mi alma de pureza.... y así cada capítulo me demostrará que estás y es lo más lindo de la vida!  Mañana podré verte y oírte.. y jamás pensé decirlo: Estoy felíz, estoy con fiebre por una mala gripe, no puedo tomar antibióticos y estoy felíz! Ya me haces llorar, tan pronto.. muchas gracias por traerme a la vida otra vez y darme este empujoncito con tu diminuta lucecita.

- Siempre pedímos a la vida ese toque de "sorpresa", ese cambio tan necesario, eso inesperado que cambiará para siempre los días... y cuando aparece, lloras y no sabes qué hacer. Yo no sé, no sé que haré.. pero te puedo asegurar: yo no me canso de luchar y tú vales todas las luchas de todos los caminos.