Y ese ineludible miedo a equivocarme...
cuando a veces no te siento,
cuando lo que más necesito es tu abrazo
....tu mal hábito, de hablar rápido.
No entenderías esta tortura,
no sentirías una condena así jamás.
Sigue girando el eje vicioso o virtuoso del mundo
y no lo quiero ver,
quiero frenar el propio
de una vez.
Ojalá no sólo por este día
así no te oiga más,
no me observes más.
No me escuches cuando no lo necesites,
ni me mires, si ya no te siento mas..
no me hables, ni me llames
si no estás hoy, no estarás nunca, entiendes?
Y sí, dueles...
eres una historia de terror si uno estos elementos
pero siempre he tenido sangre guerrillera,
puedo y podré.
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